Una de las cuestiones que más ronda por nuestra cabeza cuando queremos deshacernos de un vehículo es saber cuál es el valor de un coche para desguace. Es decir, cuánto podremos obtener por él una vez que lo entregamos.
Dar una cifra concreta es imposible porque hay cientos de modelos y además intervienen muchos factores en la valoración. Sin embargo, sí se puede obtener una cuantía aproximada teniendo en cuenta unos parámetros.
El destino del coche
En muchos casos cuando se decide entregar un automóvil al desguace es porque su vida útil ha llegado a su fin. Los motivos pueden ser diversos, por ejemplo que el coche ya no funciona o que haya sufrido un accidente y haya sido declarado como siniestro total. En estas situaciones el valor del coche para desguace estará relacionado con el aprovechamiento que se pueda hacer. Si se obtienen piezas que se vendan para otros vehículos o si no se puede aprovechar nada y su destino es la destrucción y chatarra.
Coche para vender
Otra de las posibilidades es que, simplemente, ya no queramos el vehículo. En este caso el valor de un coche para el desguace será mayor porque se puede reacondicionar y posteriormente vender.
Características importantes
En cualquier caso, para analizar el valor de un coche para desguace se estudia el vehículo en general, su grado de conservación y el estado de la mecánica. Además, se hace una distinción teniendo en cuenta la marca, el modelo y el tipo de carrocería, es decir si es un vehículo familiar, monovolumen, berlina, compacto, cabrio…
Lo habitual es que los desguaces cuenten con un servicio de tasación de vehículos que permita establecer unos baremos. Entre los datos que se tienen en cuenta están el año de fabricación, el combustible que usa (diesel o gasolina), si es de transmisión manual o automática, el número de puertas que tiene y los kilómetros que acumula.
A partir de ahí se hace una estimación del valor de un coche para desguace que se fijará una vez que se acuda en persona al centro.